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Las sabanas secas de Guayana albergan todo un séquito específico de aves, entre las cuales está el tachurí barbado, que ha contribuido a que la zona del Trou Poissons sea clasificada como Important Bird Area. Este pequeño paseriforme presenta una distribución muy localizada y dispar en América del sur. En Guayana francesa se sitúa en el norte (Sinnamary), en las últimas sabanas herbáceas de la franja litoral. Esta especie, clasificada como « Casi amenazada » por BirdLife International (UICN, 2008), se ve amenazada por la degradación de estas zonas.
Las sabanas costeras de Guayana constituyen entornos abiertos localizados y limitados. Su riqueza y su particularidad en cuanto a la fauna y la flora hacen de ellas un lugar excepcional de biodiversidad. Sin embargo, su accesibilidad hace que la presión agrícola y la presión sobre la tierra sean cada vez más inquietantes. Su superficie va disminuyendo de manera importante por falta de conocimientos sobre los verdaderos retos y medios de gestión. Este entorno singular está desapareciendo a favor de extensiones agrícolas mantenidas gracias a los insumos agrícolas, a las canteras o los proyectos de construcción. En un paisaje ocupado casi exclusivamente por el bosque, las sabanas representan entidades ecosistémicas localizadas. Recubren menos del 1% del territorio y se concentran a lo largo de la llanura costera antigua, principalmente entre Organabo al oeste y la isla de Cayena al este. De este modo, hablamos de sabanas costeras, que forman una serie continua desde Brasil hasta Surinam.
Las principales amenazas para la especie son la degradación de las sabanas de las que depende. En función de las zonas, estas sabanas están amenazadas por la transformación en zonas de agricultura para el cultivo de la soja, por las plantaciones de Eucaliptos (Brasil, Paraguay y Argentina), el pasto intensivo y la quema no controlada. La desaparición de las sabanas de las que depende el tachurí barbado llevaría consigo la desaparición de la especie y de todo el séquito de aves con las que se le asocia, y que la identifica como una potencial especie paraguas. Las sabanas sufren directamente la presión ejercida por las actividades humanas concentradas en la franja litoral y el crecimiento demográfico inherente a este territorio. Por consiguiente, su degradación es el resultado de dos elementos importantes : un desconocimiento ecológico de estos entornos (especies, hábitats) y de los métodos de gestión de la conservación para protegerlos y los proyectos agrícolas que implican el aporte de insumos y la siembra con riesgos irreversibles de contaminación y degradación del entorno. También se está desarrollando otra amenaza recientemente : la especie acacia mangium Racosperma mangium, implantada en el entorno forestal para restaurar las zonas de extracción aurífera, se está desarrollando en entorno abierto y resulta ser bastante invasora, contribuyendo así a la degradación de los hábitats de las sabanas.
En primer lugar, vamos a construir un modelo de referencia de una sabana en buen estado de conservación e identificar especies bioindicadoras. La Sabana de Trou-Poissons es una de las mejor conservadas en Guayana y los hábitats que alberga serán caracterizados gracias a la ayuda de un experto en botánica, y se realizarán inventarios sobre estos hábitats para identificar el séquito de aves asociado. Otros inventarios complementarios de las especies de aves en tres sabanas degradadas nos permitirán validar el carácter potencialmente bioindicador del tachurí barbado y de las especies centinelas sabanícolas (lista roja de las sabanas de la Meseta de las Guayanas elaborada por la WWF). Más adelante, el proyecto tiene como objetivo identificar prácticas de gestión y de restauración de las sabanas secas. Se pondrán a prueba:
Un ganadero pondrá una de estas sabanas a nuestra disposición para llevar a cabo las pruebas. Gracias a las pruebas de quemado se estudiará la extensión, el trazado, la frecuencia y el carácter temporal del quemado. Se evaluará su impacto sobre la dinámica del entorno, la composición del séquito floral y el mantenimiento de las especies amenazadas que desempeñan una función de especie paraguas, como el tachurí barbado. Las pruebas de control de la acacia mangium se basarán en la lucha mecánica, térmica y combinada, y se efectuará una comparación de estos métodos según su frecuencia y su carácter temporal. Las pruebas de restauración de sabanas degradadas se basarán en la siembra, la replantación y la combinación de ambos enfoques.
Los resultados y las metodologías más concluyentes serán publicados en un cuaderno técnico dirigido a los gestores y a los municipios para que se puedan reproducir dichas técnicas. Además, se llevará a cabo un proyecto piloto de valorización ecoturística de las sabanas con la colaboración del Conservatorio del litoral, el Comité Departamental de Turismo y los municipios de Sinnamary e Iracoubo.
Palabras clave : Guayana Francesa, Savanes de Guyane, Tyranneau barbu