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Desde principios de agosto, el botanista subcontratado del GEPOG recorre las sabanas del litoral, acompañado por un empleado. Su objetio: determinar qué puntos de los registros elegir en las casillas que se han puesto en el mapa de las sabanas. A medida que van recorriendo senderos, se eliminan las grandes zonas en las que florecen casas y jardines. Esta operación demuestra una vez más la rápida degradación del entorno desde 2005, fecha de las últimas ortofografías de la región, lo que complica aún más la labor.
En cada punto seleccionado se identifican a simple vista los grandes conjuntos florísticos, que son recorridos de manera exhaustiva en una zona de 100m. a la redonda. Se registran todas las especies presentes mediante un dictáfono, y se recaban datos sobre las no identificadas para realizar un análisis posterior.
Mientras tanto, el empleado del GEPOG registra diferentes variables: distancia hasta la carretera y hasta el linde más cercano, presencia de superficies quemadas, de zonas de pasto, de caminos o zonas donde se ha removido la tierra, el número de matorrales y arbustos en 100 metros a la redonda... Se fotografían todos los entornos identificados y se señala su localización dentro de un círculo de 100 metros dibujado en un papel.
En botas y con el agua hasta las rodillas o rompiendo placas de arena deshidratada por la estación seca en todo su apogeo, hacen falta entre 5 y 8 horas al día para registrar 3 puntos en función de las condiciones, y sobre todo, del calor ambiente. Hay que seleccionar 30 puntos para cada gran tipo de suelo, con un total de 90 para todo el litoral.
Junto a este trabajo, los estudios ornitológicos y pedológicos deberían empezar en breve.
Anna Stier
Encargada de misión
LIFE+ CAP DOM
Palabras clave : Guayana Francesa, Savanes de Guyane